Actualmente, además de su oferta de reproductores y animales de elite de la raza Braford, Pilagá desarrolla en Santiago del Estero su proyecto de producción de carne. Es en los Establecimientos "Las Palmitas" y "Los Puestos", en la localidad de Quimilí, al noreste de Santiago del Estero, donde la empresa emprende este ambicioso proyecto de agregado de valor y validación de su genética.
Al igual que en el resto del NOA, la producción forrajera de en estos establecimientos está determinada por precipitaciones con marcada estacionalidad y variación interanual. Esta realidad implica trabajar con márgenes de seguridad importantes en materia forrajera. Así, la empresa basa su estrategia nutricional en la recría sobre pasturas mega térmicas (Gatton Panic) y en las reservas forrajeras con suplementación estratégica en la etapa invernal. En cuanto a las reservas, todos los años se pica y ensila Gatton Panic (en el momento de mayor volumen) para asegurar la disponibilidad de fibra efectiva para los años secos (no se busca calidad si no cantidad). La estimación se realiza en base a las necesidades de todo un año: la premisa es tener siempre un año de silo guardado. Los lotes de Gatton Panic en los campos del grupo AGROLAM S.A. tienen más de 10 años de implantados, por lo tanto, la estrategia de producir reservas (silo) a partir del picado de éstas se ha convertido en una de las maneras más económicas y amigables con el medioambiente para producir fibra.
En tanto, la suplementación estratégica en la región deberá ser principalmente proteica, utilizando los productos que normalmente se consiguen en la zona: semilla de algodón, expeller de soja o girasol, entre otros. En los últimos años Cabaña Pilagá y Agrolam incorporaron la burlanda seca entre los alimentos para su hacienda, primero en las dietas de terminación a corral y luego en las suplementaciones de recría a campo. Este subproducto de la destilería del maíz es valorado por su aporte de proteína bruta y energía, además de su excelente palatabilidad.
Los ajustes del modelo permiten minimizar los tiempos de suplementación estratégica solamente a los meses de invierno o cuando resulta necesario (para sostener la ganancia diaria) y a la etapa de terminación a corral. El objetivo central del modelo es producir la mayor cantidad de kilos a pasto sin descuidar los tiempos, de ahí el foco en la ganancia diaria en toda la etapa de recría.
Los terneros generalmente arriban al establecimiento con un peso aproximado de 160 kg por cabeza. Se reciben en corrales y se les provee dietas con alta participación de fibra y altos niveles de proteína, con el objetivo de equilibrar la condición corporal y sanitaria de los terneros. Solo así los terneros podrán lograr, posteriormente, aumentos de peso de manera eficiente a campo, aprovechando el Gatton Panic e implementando suplementaciones estratégicas, con la finalidad de mantener una ganancia diaria de peso promedio en el año de entre 500 – 600 gramos.
La recría dura entre 6 y 8 meses dependiendo del peso de entrada y del mercado final objetivo (consumo o exportación), luego de la cual los novillitos entran en los corrales de terminación. En este esquema el feedlot es determinante en la valorización final del producto. El objetivo es la terminación del producto en tiempo y forma, valorizando los kilos baratos logrados a campo. Es decir, la terminación a corral es considerada como un complemento necesario y que da "el toque final" a la etapa de recría, comportándose como el eslabón final de la cadena de carne del norte. Así, los novillos faenados no superan los 18/20 meses de edad (según el destino comercial sea consumo interno, exportación o Cuota 481).