Recrías rentables y sustentables en el NOA

Producciones de carne de hasta 400 kg/ha/año en el norte de Santiago del Estero gracias a un modelo de recría basado en pasturas y reservas forrajeras de megatérmicas y suplementación estratégica.

La ganadería en el NOA

El Noroeste Argentino (NOA), por sus condiciones ambientales y sus sistemas de producción, tiene el potencial para ser altamente competitivo en la producción de carne vacuna de calidad. Actualmente en la región podemos encontrar desde sistemas pastoriles puros hasta engordes a corral altamente tecnificados y las más diversas combinaciones entre estos.

La actividad ganadera del NOA enfrenta más variaciones climáticas que otras regiones, por lo tanto es fundamental gestionar los márgenes de seguridad de variables clave. Sin dudas una de los principales a considerar es la oferta forrajera, cuyas reservas serán determinantes a la hora de sobrellevar años secos.

Las pasturas subtropicales son actualmente de amplia difusión en el NOA, en planteos silvopastoriles que permitieron hacer desmontes más racionales y sustentables. Gran cantidad de desarrollos ganaderos implantaron estas forrajeras y aún hoy, no conocemos el techo productivo de las mismas.

En el noroeste argentino, las pasturas megatérmicas muestran un período de activo crecimiento, de octubre a mayo, y un período de reposo de junio a septiembre. Entre las pasturas megatérmicas existe una gran variabilidad de adaptación a los distintos ambientes del noroeste argentino.

Gráfico 1: Distribución de la producción anual del Gatton Panic (EE Inta Saenz Peña,  2014).

Entre otros factores, estas forrajeras permitieron el afianzamiento de las razas sintéticas como Braford y Brangus, hoy ampliamente adoptadas en la región, y convirtieron al noroeste argentino en una de las zonas con mayor potencial para la recría vacuna. Así, si se combina a lo anterior las distancias al puerto (y su incidencia sobre el precio de los granos), el NOA podría dejar de ser deficitario en la oferta de carne para su población y generar excedentes de calidad, agregando más valor en la región.

 

El valor de la recría

Una res balanceada proviene siempre de un animal bien recriado, por lo tanto la recría es una etapa determinante. Esto permitirá reducir la edad de faena, lograr reses de mejor calidad y, por lo tanto, aumentar la eficiencia global de la producción de carne, que se refleja en un mejor resultado económico de la cadena.

Existen dos modalidades de recría bien definidas: a campo, (sobre recursos forrajeros más suplementación estratégica) o en corrales de recría. En esta etapa no se buscará maximizar la ganancia diaria sino generar en el animal la estructura necesaria para poder incorporarle más kilos en la etapa siguiente, que sí será netamente de terminación. Es decir, la planificación nutricional  de la recría tendrá como objetivo ganancias de peso óptimas, las cuales no coinciden con las ganancias de peso máximas, sino aquellas que permitan respetar las curvas normales de crecimiento osteomuscular de acuerdo a la categoría de que se trate.

En el plano económico, la recría, y especialmente la pastoril, es un eslabón muy importante para determinar el resultado del negocio ganadero. Producir kilos baratos a campo permite diluir el alto costo de compra de la invernada en un ambiente en donde la escasez del ternero es relevante, tanto por la coyuntura de nuestro país como por la tendencia a nivel mundial (reposición a precios cada vez más altos).

 

Recría modelo santiagueño

Pilagá es una de las cabañas más emblemáticas del Braford argentino y fue adquirida en 2013 por CAPIL, un grupo empresario cordobés con otras operaciones agropecuarias en Santiago del Estero.

Actualmente, además de su oferta de reproductores y animales de elite de la raza Braford, Pilagá desarrolla en Santiago del Estero su proyecto de producción de carne. Así, tanto la preparación de sus reproductores para zona sucia como la recría y terminación de novillos se realiza en el Establecimiento Las Palmitas, en la localidad de Campo Gallo, al noreste de Santiago del Estero. Al igual que en el resto del NOA, la producción forrajera de Las Palmitas está determinada por precipitaciones con marcada estacionalidad y variación interanual. En la zona y en Las Palmitas específicamente, el Gatton Panic es la megatérmica que más superficie cubre.

Gráfico 2: Estacionalidad de las precipitaciones (mm) promedio histórico (1960 – 2014) en Campo Gallo (Santiago del Estero).

 

Gráfico 3: Variación interanual de las precipitaciones (mm). Establecimiento Las Palmitas (Campo Gallo, Santiago del Estero).

Esta realidad implica trabajar con márgenes de seguridad importantes en materia forrajera. La empresa, desde hace varios años, basa su estrategia nutricional en las reservas forrajeras y la suplementación estratégica.

En cuanto a las reservas, en Las Palmitas todos los años se pica y ensila Gatton Panic (en el momento de mayor volumen) para asegurar la disponibilidad de fibra efectiva para los años secos (no se busca calidad si no cantidad). La estimación se realiza en base a las necesidades de todo un año: la premisa es tener siempre un año de silo guardado. Los lotes de Gatton Panic de Las Palmitas y del resto de campos del grupo tienen más de 10 años de implantados, por lo tanto la estrategia de producir reservas (silo) a partir del picado de éstas se ha convertido en una de las maneras más económicas y amigables con el medioambiente para producir fibra.

En tanto la suplementación estratégica en la región deberá ser principalmente proteica, utilizando los productos que normalmente se consiguen en la zona: semilla de algodón, expeller de soja o girasol, entre otros. En los últimos años Pilagá y su grupo empresario, incorporaron la burlanda seca entre los alimentos para su hacienda, primero en las dietas de terminación a corral y luego en las suplementaciones de recría a campo. Este subproducto de la destilería del maíz es valorado por su aporte de proteína bruta y energía, además de su excelente palatabilidad. Si bien las destilerías más cercanas están en localidades de la provincia de Córdoba, a unos 800 kilómetros de Campo Gallo, ya las unidades de proteína aportadas hacen competitivo el producto frente a otras fuentes, sin tener en cuenta el valioso aporte de energía que también realiza.

 

Recría y preparación de reproductores

Los terneros y terneras Braford, futuros reproductores, llegan a Campo Gallo al destete procedentes de Mercedes (Corrientes) donde la empresa tiene sus planteles de cabaña. Allí se adaptarán a la zona de garrapata los 200 toros y 250 vaquillonas que anualmente serán vendidos en sus remates de Formosa y Quimilí (Santiago del Estero).

La recría de ejemplares de cabaña se realiza a base de pastura megatérmica con suplementación estratégica invernal, para poder cumplir con las curvas de crecimiento osteomusculares adecuadas para la raza, evitando el engrasamiento temprano.  El objetivo en la recría de cabaña es lograr vaquillonas que se entoren a los 18 meses y toros que serán comercializados a los 2 años de edad, con el desarrollo adecuado para trabajar en los campos duros del norte. Será determinante durante la recría la suplementación estratégica proteica y un volumen importante de pasto, a fin de evitar las curvas serrucho que afecten a los futuros reproductores.

 

Recría y terminación de novillos

La producción de novillos para faena también se realiza en Las Palmitas. El origen de la hacienda es tanto marca líquida como adquirida a terceros, ya sea mediante operaciones de compra tradicional o través de proyectos participativos como canje de toros por terneros, esquemas de capitalización en recría y hotelería en feedlot.

Los terneros comprados arriban al establecimiento (generalmente recién destetados) con un peso aproximado de 150 kg por cabeza. Se reciben en ensenadas con dietas de alta participación de fibra (silo de Gatton Panic) y altos niveles de proteína, con el objetivo de equilibrar la condición corporal y sanitaria de los terneros. Solo así los terneros podrán lograr, posteriormente, aumentos de peso de una forma barata y eficiente a campo, mediante el uso de la misma pastura megatérmica e implementando suplementaciones estratégicas, con la finalidad de mantener una ganancia diaria de peso mínima promedio en el año (0,60 kg de ADPV).

La recría dura entre 6 y 8 meses dependiendo del peso de entrada y del mercado final objetivo (consumo o exportación), luego de la cual los novillitos entran en los corrales de terminación. En este esquema el feedlot es determinante en la valorización final del producto. El objetivo es la terminación  del producto en tiempo y forma, valorizando los kilos baratos logrados a campo. Es decir, la terminación a corral es considerada como un complemento necesario y que da «el toque final» a la etapa de recría, comportándose como el eslabón final de la cadena de carne del norte. Sin embargo, en este modelo es la recría la etapa que verdaderamente ha revolucionado el concepto de negocio ganadero.

Tabla 1: Experiencia sobre lote de novillitos Braford recriados para ser terminados a corral con destino consumo interno

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Nota: Para mantener el ADPV de 647 gr, se suplementó estratégicamente desde el 6/7/2015 al 9/11/2015 con ración sobre Gatton Panic diferido (1,5 kg de Burlanda Seca y 0,5 kg de sorgo húmedo molido).

Este modelo permite al grupo lograr producciones de carne (solo para la etapa de recría) de más de 400 kg/ha/año, a través de sostener ganancias mínimas promedio de 600 gramos por día. Además, los novillos faenados no superan los 18/20 meses de edad (según el destino comercial sea consumo interno o exportación). Los ajustes del modelo permiten minimizar los tiempos de suplementación estratégica solamente a los meses de invierno o cuando resulta necesario (para sostener la ganancia diaria) y a la etapa de terminación a corral. El objetivo central del modelo es producir la mayor cantidad de kilos a pasto sin descuidar los tiempos, de ahí el foco en la ganancia diaria en toda la etapa de recría.

Conclusión

No hay límites tecnológicos para producir carne en el NOA. La intensificación de la producción ganadera del NOA sobre bases sustentables implica la permanente identificación de pasturas, granos y subproductos que permitan aumentar la producción y mejorar el resultado económico. Además, requiere una mayor comprensión de las limitantes ambientales y estructurales que afectan la producción y en consecuencia, de la aplicación de estrategias de manejo adaptadas a la realidad regional. Entender sobre la necesidad de gestionar márgenes de seguridad (forrajeros especialmente) es condición sine qua non para encarar la ganadería del NOA.

La consolidación de la figura del recriador será determinante para aprovechar el potencial ganadero del NOA, producir carne de calidad y mejorar finalmente la rentabilidad (que incluye la sustentabilidad) de la empresa ganadera y de toda la cadena.

No es novedad que la ganadería aporta sustentabilidad a los negocios agropecuarios, pero su inclusión y permanencia dependerá, sin duda, de la competitividad económica que logre la actividad.  Nuestra tarea será la de continuar en el camino que definitivamente nos transforme en verdaderos ganaderos de precisión.

Fuente: Publicación emitida en Revista técnica Planteos Ganaderos Ed. 2016 – AAPRESID Red de Innovadores

Ref.: Oscar «Chochín» Ferrero MV (UNR) y Especialista en Prod. Bovina (UCC).

Contacto: ferrerooscar@arnet.com.ar  –  oferrero@cabanapilaga.com.ar

2 comentarios

  1. Álvaro Olveira

    Muy buena la publicación » trabajó en la cabaña» de ésas publicaciones se cuenta para mejorar la recria y ser lo más eficiente en el escenario ganadero.

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